¿Habitas una ciudad de gran tamaño? ¿Vives en Barcelona? ¿En Madrid? Sí, a temblar entonces.
Ya van dos días en que en los informativos nacionales, regionales y en periódicos, radio y todo lo que se te ocurra, se viene hablando de la contaminación en las grandes ciudades españolas. Se nos plantea el problema y se señala como principal razón de su existencia a los automóviles. Tal vez nadie se haya dado cuenta de que las chimeneas de las industrias echan humo al aire (gases contaminantes), que los incendios también contaminan “nuestro oxígeno”, que las fundiciones, las procesadoras de pescado… contaminan.
Todo esto ha sido apoyado por los medios de comunicación de masas y patrocinado desde la sombra (como suele ocurrir) por la clase política, sedienta de lograr o generar nuevos fondos para los ayuntamientos. Ahora resulta que el buen tiempo nos enseña el “smog” sobre nuestras cabezas. Como si esto fuera nuevo o llegase de un día para otro.
Hace unos años, el abandono de los electrodomésticos fuera de puntos limpios, el de neumáticos. Mucho más tiempo ha pasado desde que se inventaron zonas azules, verdes y lo que esté por venir. ¿Para qué se hace todo esto? Claro está, por dinero. Todo para sangrar al pueblo, a nosotros, a los de siempre.
Y por ello preveo y casi vaticino algún tipo de impuesto nuevo. Algo del tipo de “si quieres circular por el centro, paga”. Así, más o menos, se hace en otras ciudades europeas (Londres). Y, conociendo a nuestros políticos y gobernantes, huele a que ésta será la única so.ución que se les ocurra y apoyen. Aprobarán un nuevo impuesto. Si no, al tiempo. Y todos pagaremos por circular, en lugar de combatir la contamianción del aire con otras alternativas.
Y que alcen la mano que gusten aquellas personas que han comprado algún televisor (por ejemplo) y conservado el otro. Es decir, pagado un nuevo impuesto sin hacer uso de sus supuestos beneficios, porque nadie ha tenido que recoger su viejo electrodoméstico. Por no hablar de que con los impuestos de circulación se supone que podemos hacer uso de las vías por las que abonamos dicha carga. Y tranquilos grandes empresarios de enormes chimeneas, ustedes y sus empresas no serán gravadas con nada nuevo que pagar “para beneficio de todos”.
Amigos de las “capis” se os viene otra encima. Y a los demás cuando os visitemos, claro.
¡Ánimo y revolución!
Os dejo algún enlace más:
– La Contaminación del Medio Ambiente (muy completo).
2 comentarios
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10 febrero 2011 a 12:21 pm
JLJ
Nuestros gobernantes son una panda de cabrones, sin escrúpulos, que no quieren buscar alternativas para ningún problema si no revierte la solución en su caja personal. El tema de la contaminación es curiosa en un mundo económicamente globalizado. Se fomenta el consumismo como fin para obtener una mejor calidad de vida y así favorecer una economía viva. Cuando surgen problemas, en lugar de asumir lo que se hizo mal y cambiarlo (no hace falta que sea de manera radical) se apuestan por medidas que mantengan ese supuesto confort de vida.
12 febrero 2011 a 10:14 am
Israel
Mientras tanto, hay ciudades rodeadas de amplios entornos naturales, con jardines, parques, bibliotecas y demás. Que se mantienen sin saturación de gente por metro cuadrado, donde aún se puede respirar aire puro al no ser sólo enormes moles de cemento y…
Cuando hace unos años estudiaba BUP nos explicaron que según algunos teoóricos las ciudades ideales deben tener a lo sumo entre 200 y 300 mil habitantes. Simpre me pareció acertado.
En mi ciudad aún se respira. Nos faltan otros aspectos, pero se respira.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=561402