Había que ganar y se ha ganado con solvencia, pero ya empezamos a escuchar «patochadas» como que los Estados Unidos nos temen o «¡que se vayan enterando!». Cuidado, no hay que venirse arriba tan pronto. Hemos ganado a Grecia con autoridad, pero hay aún que mejorar algunos aspectos. Defensivamente hemos estado bastante bien, aunque no durante todo el partido. Ofensivamente, algo fallones en triples, pero eso va por días.

Algo peor me parece la falta de actitud competitiva de la que se supone nuestra estrella: Pau Gasol. Parece flotar sobre la cancha, en lugar de dejarse la piel, como el resto. No sé si se estará guardando para compromisos porteriores, pero no me gusta. Otros, perdón, Rudy, parece estar demasiado ansioso por agradar desde el principio; tal vez pensando en ser reconocido con honores. Fuerza entradas y tiros a deshora, en lugar de dejar seguir el juego y esperar su oportunidad, que es cuando realmente ha lucido. Defensivamente no se le puede reprochar nada. Pero no debe tener prisa por «triunfar», su momento llegará.

No me ha gustado nada que no supiésemos ayudar a nuestros bases cuando nos han presionado en todo el parqué, tras saque de fondo. Hay que ser más listos, no te la pueden hacer varias veces seguidas. Y tampoco me ha gustado la actitud de los últimos tres minutos, en que dejábamos correr el reloj casi sin mirar aro y se nos han acabado acercando en el marcador.

Puedo parecer algo duro o exigente, pero para mejorar tiene que ser así.

Me ha gustado la recuperación de Calderón y Navarro (algo flojos en los amistosos), pues ellos han empezado a romper el partido con varias jugadas consevutivas. Y me ha agradado, como siempre, el esfuerzo defensivo, con escasas lagunas, y el gran trabajo en este apartado de Carlos Jiménez.

Hay que ir pasito a pasito, sin prisas, ganando todos los envites y mejorando en cada uno de ellos. Que no nos hagan favoritos antes de tiempo…

Por si no habéis podido ver el partido, tenéis la crónica más acertada y completa en este enlace crónica España-Grecia.